Mi
segunda novela, "El velo y la flor", concluye con el personaje de
Isabel Velasco (llamada La Niña) en el Hotel Grand Hyatt Tokyo, repasando la
intervención que hará en la Universidad de Keio, en el marco de un Seminario
sobre oportunidades de negocio entre Japón y España.
A lo largo de la novela se ha
narrado la vida de los Velasco, familia bodeguera jerezana, con sus intrigas y su
arrogancia, pero también, con una pasión inigualable por la crianza del vino,
que algunos de sus miembros han promocionado a nivel internacional. Dejamos a
la familia afrontando un tiempo de cambio. ¿Con qué consecuencias?
Mi última novela (que acaba de
ver la luz), Tiempo y silencio, nos muestra una ciudad que mira hacia el futuro
sin saber qué hacer con el pasado, en las que muchas figuras principales parecen
haber llegado al ocaso y otras se resisten a pasar a un segundo plano. En este
contexto, una escritora se atreve a ambientar su novela en Jerez, sin medir la
acogida que tendrá; el rumor de que se rodará una serie corre por Jerez y,
quien más quien menos pugna por verse representado en ella. Salvo La Niña, que
teme una visión manipulada y, sin embargo, se verá directamente afectada cuando
un extraño personaje llegado de lejanas tierras se empeñe en poner orden.
Tiempo y silencio es una novela
sobre el peso de la tradición y el miedo al futuro; sobre las pasiones humanas
y el desarraigo. Pero, sobre todo, es el canto de amor a una tierra y a una
ciudad, Jerez de la Frontera.













