martes, 19 de octubre de 2021

VOLVER A DÓNDE. Antonio Muñoz Molina. Seix Barral.

Cae la tarde. Un hombre barbudo y afable contempla desde su balcón la soledad de las calles, el transeúnte que se afana por llegar a casa antes de que la policía lo sorprenda, el repartidor de comida (irreconocible con casco y mascarilla)... El cielo malva y anaranjado sobre un mundo asolado por la pandemia.

Es media mañana. Nuestro hombre ha podido salir en bicicleta; ha visitado las tiendas del barrio y la librería de siempre. Sobre la mesa de trabajo inundada por el sol, va colocando sus lápices de colores, el pegamento de barra, los cuadernos..., tesoros de la niñez que se han convertido en compañeros imprescindibles.

Detrás de este hombre, angustiado por la pandemia y sus consecuencias, está el niño que fue, presente a través de los recuerdos de una vida que se movía entre la libertad y el sacrificio del trabajo en el campo que llevaba a cabo su familia. Un mundo del que él salió a base de estudio, pero que, sin embargo, forma parte de sus raíces. Reflexiona sobre el paso del tiempo y la vida en la ciudad y en el campo, de forma melancólica unas veces y otras, entrañable; pero siempre con honestidad  .