miércoles, 4 de septiembre de 2019

SEPTIEMBRE PEREZOSO


La sombrilla y dos hamacas aún ocupan un lugar en el patio, esperando, remolonas, que, en cualquier momento, volvamos a tomarlas. Siempre nos decimos que septiembre es un buen mes para escaparse entresemana a la playa; pero los días han adquirido la tonalidad distinta de ser laborables, y nos convertimos en niños obligados a decir adiós a algo muy querido: alargamos la mano, contorsionamos el cuerpo y, aún así, no llegamos. De modo que aquí estamos de nuevo, frente al ordenador, tecleando sin saber en qué momento consumimos la vida que habíamos aguardado durante todo un año. Colocamos la mejor puesta de sol playera como fondo de pantalla y contamos anécdotas a quien nos devuelve las suyas propias con nostalgia. 
Ese tiempo se ha acabado y ahora septiembre ronronea y se despereza entre unos recuerdos que, como suele ocurrir, son más maravillosos que todo lo que hemos vivido.

Seguro que el próximo año volveremos a disfrutar el mejor verano.

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